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Nuestra piel es la carta de presentación de nuestro cuerpo. A menudo le dedicamos cuidados especiales y nos ocupamos de la hidratación corporal durante los meses de verano, cuando la tenemos más expuesta por la ropa ligera, los pantalones cortos, las camisetas de tirantes y los bañadores o bikinis. Pero los cuidados que la piel del cuerpo necesita no deben limitarse a una estación al año.
También debemos tener en cuenta que en los meses fríos, aunque la incidencia del sol sobre la piel es menor, también hay días despejados, sobre todo en el sur, y debemos protegernos de los rayos UVA y UVB con un filtro solar adecuado a nuestro fototipo.
Consejos para cuidar la piel del cuerpo
Haz ejercicio físico moderado a diario. La actividad física permite que la piel gane elasticidad y el sudor facilita la expulsión de toxinas, lo que favorece el estado general de la piel. El ejercicio diario y aeróbico (unos 20 minutos al día son suficientes) ayuda, además, a prevenir y eliminar la celulitis.
Procura terminar la ducha diaria con agua fría. Con unos segundos es suficiente para favorecer el drenaje y la micro circulación y mejorar el aspecto de tu piel.
Utiliza geles y jabones adecuados a tu tipo de piel, que respeten el pH natural. Si tienes la piel atópica o sensible, procura que los baños o duchas no se prolonguen demasiado y aplica productos dermograsos que garanticen el control del equilibrio de la micro flora cutánea.
Una vez en semana, exfolia tu piel con algún gel específico y un guante de crin o esponja exfoliante para eliminar las impurezas incrustadas en la epidermis.
Tras la ducha, seca tu piel con una toalla suave sin frotar y evitando la fricción agresiva. Si lo prefieres, puedes utilizar algún aceite hidratante tras la ducha. En ese caso, aplícalo antes de secarte.
Aplica crema hidratante a diario. Elige la hidratante que más se adapte a tu tipo de piel (seca, sensible, irritada…) y extiéndela generosamente (aunque sin excederte) por las distintas partes del cuerpo realizando suaves masajes circulares y asegurándote de que se absorbe. No olvides que la hidratación corporal también debe incluir la piel del cuello.
Si vas a exponerte al sol, aplica un foto protector acorde a tu tipo de piel antes de salir al aire libre. La crema corporal también te protege de las agresiones del frío, no olvides usarla a diario.
Tras la exposición al sol, utiliza cremas calmantes.
Procura unos cuidados especiales cuando la piel haya estado expuesta a algún tipo de agresión, como por ejemplo, la depilación. Para estos casos, son recomendables los tónicos corporales y las cremas específicas para pieles irritadas.
Si sigues estos consejos, notarás como tu piel luce elástica y joven, el bronceado se prolonga y la apariencia general mejora considerablemente en poco tiempo. Eso sí, ten en cuenta que la constancia es fundamental para que la piel del cuerpo presente su mejor estado, por lo que la hidratación corporal debe ser diaria.